Te echo mucho de menos. Ni siquiera yo podía imaginar cuánto. Cuánto te quiero, que falta me haces, qué duro me está resultando tu ausencia. Te necesito, tengo miedo de que me olvides, de que no haya más esos momentos nuestros.
¿Me oyes?, ¿me ves?, protégeme, no dejes de hacerlo, por favor, porque te necesito, porque te echo de menos, porque me has dejado aquí sin más. Porque necesito llenar este vacío y no sé cómo hacerlo.
Lo único que sale de mi corazón es: TE ECHO DE MENOS.
Si... te echo de menos como jamás pensé hacerlo, me duele... Me duele muchísimo no tenerte aquí, me duele despertar y saber que no estás... Me duele que ya no me abraces, me duele que no me gastes tus bromas de abuelita graciosisima...
Me mata ir al cementerio y ver tu nombre ahí, en esa lápida... No quiero creer que tú estás ahí dentro metida, no! Me niego totalmente... Ya son dos meses sin ti y ¿sabes? aún creo que cuando vaya a casa de la tita te voy a ver allí, sentada, durmiendo o quien sabe..
Todo es tan ilógico, tan irreal, tan increíble... No se que hacer para aliviar este dolor que hay dentro de mí, este dolor que cada día crece más y más...
Te dije que te quería... te sigo queriendo.
Te dije que eras la mejor de las abuelas, y siempre lo vas a ser.
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